La hostelería es uno de los motores económicos más importantes de nuestro país. En este sector, los restaurantes ocupan un espacio muy importante, y por ello deben estar a la orden del día en lo que se refiere a decoración y normativas vigentes.
La reforma de un restaurante implicará, para empezar, analizar qué tipo de servicio se realizará en él. Por ejemplo, si se trata de un servicio de comida rápida, seguramente nos interesará poner mesas de altura junto a taburetes para que podamos doblar rápidamente el número de comensales, y, por el contrario, si deseamos enfocar el establecimiento a un servicio de gama media o alta, seguramente nos interesará priorizar la comodidad de nuestras mesas y sillas, al igual que muebles auxiliares, para ayudar a nuestro servicio de camareros.
Actualmente, en cuanto a las reformas de restaurantes en Madrid, cada vez más locales optan por una cocina abierta. Este tipo de reforma está claramente pensada para dar una sensación de confianza al cliente, ya que les permitirá ver cómo se prepara su comida y al mismo tiempo obligará al equipo de cocina a trabajar de manera más limpia y eficiente.
Por otro lado, en el apartado estético es de vital importancia que los colores escogidos nos representen. Toda la vida se ha dicho que los colores cálidos y las luces tenues acompañan más al apetito, pero lo cierto es que las nuevas tendencias en gastronomía y sus locales hacen pensar que eso es cosa del pasado.
Por último, algunos elementos tan importantes como el acceso a minusválidos o unos servicios completos y modernos, nos darán un punto extra para que la experiencia del cliente sea favorable y de ese modo quiera volver a visitarnos, lo que se traduce en el éxito del local.